El truco que puedes hacer en noviembre para que tu nevera funcione mejor y gaste menos
Con la llegada de noviembre y el descenso de las temperaturas, el consumo eléctrico en los hogares vuelve a dispararse. En España, según los últimos informes de la CNMC, el uso de la calefacción y los electrodomésticos puede representar más del 60 % del gasto energético durante los meses fríos. Sin embargo, hay un aparato que pasa desapercibido y puede estar disparando tu factura sin que lo sepas: el frigorífico.
¿Crees que estás pagando de más en tu factura?
Te ayudamos a comprobar, gratis, si en tu última factura o revisión de contrato te han incluido alguna cláusula o concepto extra.
¿Crees que estás pagando de más en tu factura?
Te ayudamos a comprobar, gratis, si en tu última factura o revisión de contrato te han incluido alguna cláusula o concepto extra.
El electrodoméstico que nunca descansa (y que más consume)
A diferencia de otros aparatos, el frigorífico está conectado las 24 horas del día, por lo que su eficiencia tiene un impacto directo en lo que pagas cada mes. De hecho, la Guía del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) estima que puede suponer entre un 15 % y un 30 % del consumo total del hogar. Por eso, si no se mantiene adecuadamente, su gasto se dispara sin que te des cuenta. Aunque en muchos casos, el aumento de consumo no tiene nada que ver con la edad del aparato, sino con algo tan sencillo como la suciedad acumulada en la parte trasera del frigorífico.
La limpieza olvidada que puede ahorrarte dinero
En la parte trasera del frigorífico se encuentra el condensador, una rejilla o serpentina metálica que disipa el calor. Con el tiempo, esa zona acumula polvo y grasa, formando una capa que impide que el calor se expulse correctamente. El resultado: el motor tiene que trabajar más tiempo y con más esfuerzo para mantener la temperatura interior.
Ese sobreesfuerzo puede hacer que el electrodoméstico consuma más de electricidad. Por suerte, una limpieza rápida una o dos veces al año puede ayudar a evitarlo. Y noviembre es un momento ideal para hacerlo: las temperaturas son bajas y no hay riesgo de que los alimentos se estropeen si el aparato se apaga unos minutos.
Cómo limpiar correctamente el condensador del frigorífico
- Desenchufa el frigorífico antes de empezar para trabajar con seguridad.
- Despega el electrodoméstico de la pared con cuidado para acceder a la parte trasera.
- Pasa el aspirador con un cepillo suave por toda la rejilla para eliminar el polvo.
- Limpia los restos de grasa con un paño ligeramente húmedo.
- Vuelve a colocarlo en su posición dejando al menos 5 cm de separación con la pared.
En total, son apenas diez minutos de trabajo que pueden traducirse en un ahorro de varios euros cada mes, especialmente en invierno, cuando el motor del frigorífico suele trabajar más debido al mayor contraste térmico.
Otros dos gestos sencillos para reducir su consumo
Además de limpiar la parte trasera, hay dos hábitos igual de importantes:
- Ojo con el congelador: una capa de hielo de solo 3 milímetros puede aumentar el consumo un 10 %. Si tu congelador no es "No Frost", vacíalo y deja que el hielo se derrita por completo antes de volver a enchufarlo.
- Ajustar la temperatura: el punto óptimo son +4 °C en el frigorífico y −18 °C en el congelador. Cada grado por debajo supone un gasto innecesario de energía.
¿Crees que estás pagando de más en tu factura?
Te ayudamos a comprobar, gratis, si en tu última factura o revisión de contrato te han incluido alguna cláusula o concepto extra.
¿Crees que estás pagando de más en tu factura?
Te ayudamos a comprobar, gratis, si en tu última factura o revisión de contrato te han incluido alguna cláusula o concepto extra.
Errores del día a día que hacen trabajar más al motor
Más allá del mantenimiento, pequeños hábitos pueden marcar la diferencia:
- No metas nunca comidas aún calientes en el frigorífico: aumentan la temperatura interior y obligan al motor a funcionar durante más tiempo.
- Comprueba que la puerta cierra correctamente y que las gomas están en buen estado.
- Evita colocar el frigorífico junto a una fuente de calor (como el horno o el radiador), ya que el compresor necesitará más energía para enfriar.
- Si vas a comprar uno nuevo, elige un modelo con etiqueta energética A o B: suponen hasta un 60 % menos de consumo frente a los antiguos.
¿Te ha gustado esta noticia?
Síguenos en Google para no perderte ningún contenido.
Comparte este artículo con quien quieras: