Ley de contrato de seguro: los derechos y deberes de las partes
Comprender la Ley de Contrato de Seguro (50/1980) para conocer sus derechos al contratar una póliza resulta esencia para proteger los intereses de los asegurados. Esta legislación rige la relación entre clientes y aseguradoras.
¿Qué es la Ley de Contrato del Seguro?
La Ley de Contrato de Seguro es el marco legal donde se regula la contratación de seguros, estableciendo los derechos y deberes tanto para el asegurador como para el tomador del seguro.
Lo primero es aclarar quién es el tomador del seguro y el asegurador. El tomador es aquel cliente que contrató la póliza, mientras que el asegurador hace referencia a la compañía aseguradora. El documento legal se compone en su totalidad de las siguientes partes:
- Preámbulo (Título I): son 24 artículos organizados en cuatro secciones, que regulan aspectos generales de cualquier contrato de seguro.
- Artículos restantes: son 85 artículos que se dividen en tres títulos, diferenciando entre Seguros contra daños, Seguros de Personas y normativas de Derecho Internacional Privado aplicables a la contratación del seguro.
La Ley de Contrato del Seguro no deja de ser una herramienta legal indispensable para todos los usuarios que deseen contratar un seguro, ya que proporciona claridad sobre sus derechos y obligaciones para su protección.
Conocer la ley permite actuar de una forma u otra en ocasiones en las que los clientes tienen la necesidad de contrastar que se está actuando conforme a derecho.
Ley de contrato de seguro, ¿cuáles son los derechos que tiene el tomador?
Entre otras cosas, es muy recomendable ser conscientes de los derechos que una persona que ha contratado una póliza de seguro tiene. Entre los principales derechos que contempla la Ley de contrato de seguro están:
- Información precontractual:
Antes de firmar un contrato de seguro, el tomador del seguro tiene derecho a conocer todas las condiciones que abarca la póliza según aparece en el artículo 3 del Título I, Sección Primera de la Ley de Contrato del Seguro. - Resolución del contrato sin previo aviso:
El tomador tiene el derecho de rescindir el contrato en circunstancias específicas sin la obligación de preavisar, como disminuir el riesgo asegurado y que no se ajuste la prima de manera proporcional. - Elección del lenguaje:
En casos de coexistencia de varias lenguas oficiales, el tomador tiene el derecho de elegir la lengua en la que se redactará la póliza que se firme, según la Directiva 92/96 del Consejo de la Unión Europea, tipificado en el artículo octavo de la Ley 50/1980. - Satisfacer la indemnización:
El asegurador deberá cumplir con la indemnización si existe un siniestro y, en caso de que corresponda, pagar el importe de daños en los próximos cuarenta días desde la declaración del siniestro por parte del asegurado. - Elección libre de abogado:
Cuando se produce un litigio en el que se necesite defensa jurídica en seguro de hogar u otro procedimiento, el tomador tiene el derecho de elegir libremente su Abogado y Procurador, según el artículo 66.d) de la Ley de Contrato del Seguro. - Rehabilitación de la póliza:
Una vez pasados los dos años desde el inicio del contrato, la falta de pago de la prima pactada supondrá la reducción del seguro según la tabla de valores plasmada en la póliza. Aquí el tomador tendrá derecho a la rehabilitación de la póliza en cualquier momento. - Derecho de rescate:
En el artículo 96 de la Ley de Seguro se plasma el derecho del tomador a solicitar el rescate una vez pagada las dos primeras anualidades de la prima. Esto será conforme a las tablas de valores que se fijaron previamente en la póliza firmada. - Derecho de asistencia sanitaria:
Los gastos relativos a este derecho serán asumidos por parte del asegurador cuando haya sido establecido así en su cobertura y cumpla con las condiciones establecidas en la misma.
Existen otros muchos derechos recogidos en la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro, los cuales tienen como finalidad proteger a las personas que contratan con las aseguradoras pólizas que abarcan condiciones muy complejas.
¿Qué obligaciones tiene el tomador en la Ley de Contrato de Seguro?
Además de derechos, las personas que cuenten con un seguro también tendrán una serie de obligaciones que deben cumplir. Algunas de las más importantes son:
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Declaración de circunstancias importantes
Es responsabilidad del tomador informar sobre cualquier situación que pueda influir en la evaluación del riesgo para el seguro. Según el artículo 10 de la Ley, en caso de omisión, el asegurador tiene derecho de rescindir el contrato.
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Obligación de pagar la prima
El tomador del seguro está obligado por ley a abonar las primas correspondientes en las mismas condiciones que fueron acordadas en la póliza firmada.
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Mitigación de consecuencias del siniestro
Asegurado y tomador del seguro deben utilizar los medios a su disposición para minimizar las consecuencias del siniestro. El incumplimiento otorga al asegurador derecho de reducir su prestación de manera proporcional.
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Comunicación post-siniestro
En un plazo de cinco días desde la notificación prevista en el artículo 16, el asegurado o el tomador deben comunicar por escrito al asegurador los objetos salvados y una estimación de los daños.
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Seguros concurrentes
El tomador debe informar al asegurador si tiene otro seguro de accidentes que involucre a la misma persona. El incumplimiento de este deber dará lugar a reclamaciones por daños y perjuicios.
¿Qué obligaciones tienen las aseguradoras por la Ley de Contrato del Seguro
Las compañías aseguradoras tienen todas sus obligaciones contempladas en la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro. A continuación, se muestran algunas de ellas:
Cumplir proposición de seguro
La aseguradora está obligada a reflejar las condiciones al tomador, según el artículo 8 de la Ley de Contrato del Seguro. Si existe divergencia, el asegurado tiene el derecho de reclamar dentro de los 30 días siguientes a la recepción de la póliza.
Entregar póliza al asegurado
El contrato de seguro y sus modificaciones deben ser formalizados por escrito, y la aseguradora tiene la obligación de entregar la póliza o al menos el documento de cobertura provisional, según el artículo 5 de la Sección Primera.
Obligación de indemnizar
La primera obligación de la aseguradora es indemnizar al asegurado en caso de siniestro cubierto por la póliza. Esta obligación, marcada por el artículo 18, debe cumplirse dentro de los 40 días a partir de la recepción de la declaración del siniestro.
Comunicar fin del contrato
La aseguradora debe comunicar por escrito y con antelación la oposición a la prórroga del contrato, según el artículo 22 de la Sección Cuarta (Duración del contrato y prescripción). Este plazo también aplica a cualquier modificación del contrato.
Subsanar sobreseguro
En situaciones de sobreseguro, donde el capital asegurado supera el valor del bien asegurado, la aseguradora debe restituir el exceso de primas percibidas, según el artículo 31 en el contexto de Seguros de Daños.
Rehuso de obligaciones
Ante un siniestro, la entidad tiene la obligación de justificar formalmente cuáles son los motivos de su rechazo. Así, la parte afectada decidirá si aceptar el razonamiento de la aseguradora o si comienza un procedimiento de reclamación.
Estas obligaciones, definidas por la Ley de Contrato del Seguro, buscan garantizar una relación justa y transparente entre aseguradoras y asegurados, estableciendo plazos y procedimientos para el cumplimiento de deberes y derechos en el marco de los contratos de seguros.
¿Qué tener en cuenta para contratar un seguro?
Cuando se opta por adquirir un seguro, es fundamental comprender claramente los términos del contrato. En el primer artículo de la Ley de Contrato de Seguro, se condensa la esencia de este tipo de productos.
El contrato de un seguro debe mencionar los cinco elementos fundamentales de todo seguro:
- La aseguradora
- El asegurado
- El objeto asegurado o interés asegurable
- El riesgo
- La prima del seguro.
Asimismo, tomador del seguro, quien puede ser o no el asegurado, se compromete a pagar la prima a cambio de la cobertura proporcionada por el asegurador, la cual le evita enfrentar pérdidas económicas significativas en caso de que el siniestro ocurra dentro de las garantías establecidas en la póliza.
- Información que debe incluir la póliza
- Nombre y datos de las partes contratantes, asegurado y beneficiario.
- Concepto asegurado.
- Naturaleza del riesgo cubierto, con explicaciones claras de garantías, coberturas, exclusiones y limitaciones.
- Identificación de objetos asegurados y su ubicación.
- Suma asegurada o alcance de la cobertura, prima, recargos e impuestos.
- Fechas de vencimiento, lugar y forma de pago de las primas.
- Duración del contrato, indicando el día y la hora de inicio y finalización de sus efectos.
En resumen, la póliza debe especificar claramente quién es la aseguradora y el asegurado, qué se asegura, el valor asegurado, el importe de la prima y la duración del seguro.
La ley también establece la obligación de realizar pagos regulares de la prima. Además, en el caso de los seguros, no cumplir con el pago regular de la prima implica el riesgo de perder la cobertura. Por lo tanto, es esencial estar atentos al pago puntual de la prima para evitar quedar desprotegidos en caso de siniestro.
Preguntas frecuentes sobre Ley de Contrato de Seguro
¿Qué sucede en caso de siniestro y cuáles son las responsabilidades del asegurado según esta ley?
En caso de suceder un siniestro, el asegurado tiene la responsabilidad de notificar a la aseguradora dentro de un plazo de 5 días. Debe proporcionar por escrito información detallada sobre los objetos afectados, salvados y estimación de los daños.
¿Qué es la obligación de declarar circunstancias conocidas?
Esta obligación implica que el asegurado debe informar a la aseguradora sobre información relevante que pueda afectar la evaluación del riesgo antes de contratar el seguro. La omisión de esta información puede llevar a la rescisión del contrato por parte de la aseguradora.
¿Qué forma existe de resolución para disputas entre el tomador del seguro y el asegurador?
La ley prevé mecanismos para resolver disputas entre el tomador del seguro y el asegurador. En muchos casos, se contempla la posibilidad de recurrir a acciones judiciales, pero también se puede optar por métodos alternativos como el arbitraje.
Es importante revisar las disposiciones específicas en la póliza y entender los recursos disponibles para resolver cualquier desacuerdo de manera justa y eficiente.