Los motivos reales por los que la ola de calor ha hecho tu última factura de luz mucho más cara

La ola de calor afecta a la factura de la luz

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España ha soportado en agosto de 2025 una de las olas de calor más extremas de los últimos tiempos. Te contamos cómo las altas temperaturas han afectado al consumo eléctrico y qué consecuencias tienen en tu factura de la luz respecto a años anteriores.

Temperaturas extremas en España: la comparativa con los últimos años

Según la AEMET, durante 16 días consecutivos, las temperaturas registraron una anomalía de 4,6 °C, situando este periodo entre los más extremos desde que hay registros y siendo, también, el periodo de 10 días más cálido jamás registrado desde hace al menos 75 años.

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El calor sofocante se tradujo, para muchos hogares, en ventiladores y aires acondicionados, funcionando casi sin descanso. Pero la gran pregunta es inevitable: ¿se ha disparado también la factura de la luz?

La evolución del precio de la luz: cuatro agostos, cuatro realidades

Puede que hayas visto en algunos medios que el precio de la luz este agosto ha tenido un precio medio de 70 €/MWh, pero, la realidad es otra completamente diferente. Este valor es el precio SPOT del mercado mayorista, que refleja la oferta y demanda de energía de electricidad del día siguiente.

El precio que afecta realmente los consumidores es la PVPC, donde al precio SPOT se le añade: términos de ajuste, costes de comercialización y peajes y cargos, entre otros. Si miramos los datos de Red Eléctrica de España (REE), confirman que, pese al calor extremo, la factura ha dado un respiro. En agosto de 2025, el precio medio de la tarifa regulada (PVPC) se situó en 0,13328 €/kWh, el nivel más bajo de los últimos cuatro años.

Evolución del precio de la PVPC en los últimos años

La demanda energética es solo una pieza del rompecabezas. Otros factores, como la evolución del gas, la situación geopolítica y la composición del mix energético, también juegan un papel crucial. Para entender cómo se ha comportado la luz en agosto en los últimos años, conviene hacer un breve repaso de los precios y de las circunstancias que los han marcado.

  • Agosto de 2022: el precio de la PVPC fue de 0,39523 €/kWh, una cifra desorbitada provocada por la guerra de Ucrania y que nos afectaba directamente por la necesidad de importar gas de Rusia y que frente al rechazo de la UE a la invasión provocó el encarecimiento de este bien material.
  • Agosto de 2023: con un precio de 0,15280 €/kWh, fue un periodo que el valor del gas natural, materia prima necesaria para la generación de energía en los ciclos combinados, tenía un valor muy elevado.
  • Agosto de 2024: con un valor de 0,14633 €/kWh, el precio estaba afectado por condiciones parecidas a las del año anterior.

El papel de las renovables en la bajada de precios

El mix energético ha sido clave para contener los precios. La mayor aportación de la fotovoltaica y la eólica permitió reducir la dependencia del gas y suavizar el impacto del aumento de la demanda por el calor extremo. Este giro hacia fuentes más baratas y sostenibles ha amortiguado el golpe en los bolsillos de los consumidores.

¿Qué impacto tienen estas variaciones en las tarifas del mercado libre? Aunque este mes los precios hayan sido generosos, la realidad es que el mercado de la luz se mueve constantemente, y sus tarifas pueden cambiar de forma significativa.

Aquí es donde el mercado libre marca la diferencia, ya que pactas de antemano el precio de la luz con tu comercializadora, evitando sorpresas y sin tener que estar pendiente de las horas más baratas para encender tus electrodomésticos. Una opción cómoda y predecible para quien busca tranquilidad en su factura.

En definitiva, pese a que agosto se ha situado entre los más calurosos de las últimas décadas, los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC) y a las tarifas indexadas han afrontado este mes con una diferencia a la baja frente a otros agostos, aunque la subida del IVA con respecto al año pasado y el incremento de los precios de cargos y ajustes hayan acabado generando una factura más elevada.

Este contraste refleja la complejidad del mercado energético: aunque las políticas de contención y la evolución de los precios mayoristas han ayudado a amortiguar parte del impacto del calor extremo, el recibo eléctrico sigue condicionado por factores fiscales y estructurales que limitan el alivio para los hogares.

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