¿Apagas luces y la factura no baja? El error invisible que comete el 22% de los hogares
Muchos hogares intentan ahorrar en la factura de la luz apagando luces, usando menos electrodomésticos o vigilando el consumo… pero hay un detalle básico que suele pasar desapercibido: el 22% de los hogares no sabe qué potencia eléctrica tiene contratada. Y no conocer este dato puede traducirse en pagar de más todos los meses. Revisarlo es uno de esos pequeños gestos que pueden ayudarte a reducir la factura.
Un 22% de los hogares no sabe qué potencia eléctrica tiene contratada
Según los datos más recientes del Panel de Hogares de la CNMC (2025), el 22% de los hogares reconoce no saber qué potencia eléctrica tiene contratada. Es decir, más de uno de cada cinco hogares no conoce uno de los elementos más importantes de su factura.
No saber este dato tiene consecuencias claras en lo que pagas. La potencia es la parte fija del recibo: la pagas todos los meses, consumas mucha o poca electricidad. Si tienes más potencia de la que realmente necesitas, estás pagando de más todos los meses.
Además, este porcentaje ha aumentado respecto al año anterior. En 2024, el desconocimiento rondaba el 20%, lo que indica que el problema no solo persiste, sino que va a más.
¿Cuánta potencia tienen contratada los hogares en España?
El informe también muestra cómo se reparte la potencia contratada en los hogares españoles en 2025:
- Entre 0 y 3 kW: alrededor del 28% de los hogares.
- Entre 4 y 6 kW: es el grupo mayoritario, con más del 43% de los hogares.
- Entre 7 y 10 kW: cerca del 5%.
- Más de 10 kW: algo más del 2%.
Según datos de la CNMC, seis de cada diez hogares tienen más potencia contratada de la que necesitan y pagan más en su factura. La buena noticia es que puedes ahorrar si entiendes cómo funcionan los horarios de tu tarifa: las horas punta (de 8:00 a 00:00 de lunes a viernes) son las horas más caras, y las horas valle (de 00:00 a 8:00 de lunes a viernes y las 24 horas durante sábados, domingos y festivos nacionales) son las horas más baratas.
Aprovecha las horas valle; si tienes una tarifa con discriminación horaria, mover tu consumo a las horas valle puede ayudarte a ahorrar de dos formas:
- En consumo, programar la lavadora o el lavavajillas de madrugada o ponerlos el fin de semana reducirá lo que pagas por la energía consumida.
- En potencia, puedes contratar dos potencias diferentes, por ejemplo bajarla en el horario punta para pagar menos cuota fija y mantener una potencia alta en el horario valle para usar varios electrodomésticos a la vez los fines de semana sin miedo a que salten los plomos.
Un truco que pocos conocen: en tu factura aparece la potencia máxima demandada en cada periodo, junto con una gráfica de tu consumo real. Si ves que tu potencia contratada está muy por encima de lo que usas, puedes cambiar tu potencia contratada para ahorrar cada mes. Eso sí, no te pases: si te quedas corto te saltarán los plomos y, si necesitas volver a subirla, tendrás que pagar de nuevo los derechos de enganche.
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No es solo la potencia: muchos hogares tampoco saben en qué mercado están
El desconocimiento no acaba ahí. El Panel de Hogares de la CNMC también revela que el 46,5% de los hogares no sabe si tiene la luz contratada en el mercado regulado (PVPC) o en el mercado libre.
Esto significa que:
- No saben cómo se forma el precio que pagan por la luz.
- No saben si su tarifa de luz cambia de precio según la hora del día ni si podrían ahorrar consumiendo en los momentos más baratos.
- Difícilmente puede valorar si su contrato se adapta a sus hábitos reales.
Sin saber en qué mercado estás ni qué potencia tienes, es prácticamente imposible optimizar tu factura.
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¿Por qué no revisar la potencia te hace pagar de más todos los meses?
A diferencia del consumo, que varía según el mes, la potencia es un coste fijo. Da igual que estés de vacaciones, que apagues luces o que reduzcas el uso de electrodomésticos: la potencia se cobra igual.
Por eso, tener más potencia de la necesaria es uno de los errores más habituales y menos visibles en la factura de la luz. No provoca cortes ni problemas evidentes, pero sí un goteo constante de euros que se acumulan mes tras mes.
Ajustarla correctamente puede suponer un ahorro estable durante todo el año, sin cambiar hábitos ni renunciar al confort.
El primer paso para ahorrar: saber qué potencia necesitas realmente
Antes de pensar en cambiar de tarifa o de compañía, hay un paso previo y fundamental: comprobar si la potencia que tienes contratada encaja con tu vivienda y tu forma de consumir.
El tamaño de la casa, el número de electrodomésticos que usas a la vez o si tienes calefacción eléctrica influyen directamente en la potencia necesaria. En muchos casos, una pequeña bajada es suficiente para empezar a ahorrar desde el primer recibo.
Ajustar la potencia ayuda, pero la factura depende de algo más
Aunque optimizar la potencia es clave, no es el único factor que influye en el importe final de tu recibo. El precio del kWh, el tipo de tarifa y el mercado en el que estás contratado también marcan la diferencia, especialmente en hogares con un consumo elevado.
Por eso, una vez revisada la potencia, conviene dar un paso más y analizar el conjunto de la factura para comprobar si estás pagando un precio adecuado por la electricidad que consumes.
Si no tienes claro cómo interpretar tu recibo, si dudas entre mercado libre o regulado, o simplemente quieres saber si lo que pagas encaja con la forma en la que usas la luz en casa, resolver esas dudas a tiempo puede ayudarte a evitar pagar de más sin darte cuenta.
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