Según la OCU, el 39% de los asegurados deja su póliza médica por el precio: las claves para renovarla sin sorpresas

Por Oscar Martín González

Especialista en Seguros

A estas alturas de mes, ya habrás recibido la carta de renovación de tu póliza de salud. Y lo más probable es que te estén surgiendo algunas dudas: ¿estoy pagando el mejor precio del mercado?, ¿mis coberturas siguen siendo las más adecuadas para mis necesidades? Según la última encuesta de la OCU, el 39% de las personas que dejaron de pagar su seguro médico lo hicieron por la subida de la prima o por no poder asumir su coste. Por eso, revisar los detalles de tu póliza antes de renovarla puede ayudarte a elegir la opción que mejor se adapte a ti y a ahorrar en tu factura mensual.

Por qué es importante revisar los detalles de tu seguro de salud antes de renovarlo

Ahora que vas a renovar tu póliza médica es un buen momento para revisar sus condiciones, como por ejemplo, si sus coberturas y su cuadro médico son los adecuados para tus necesidades, o si su precio se ajusta a tu situación económica actual. Y es normal que te surjan dudas.

Esta misma semana, la OCU ha publicado un comunicado sobre los seguros de salud. En él, señala la importancia de que los asegurados dispongan de información clara y actualizada en cuestiones clave como las primas, la evolución del coste del seguro en función del perfil, o los detalles concretos de las promociones y descuentos que se aplican.

Por ello, y a partir de estas recomendaciones de la Organización de Consumidores y Usuarios, queremos contarte qué puntos debes revisar a la hora de tomar una decisión tan importante como la renovación de tu seguro médico.

Las claves para renovar tu seguro de salud (sin sorpresas ni sobresaltos)

💰 Analiza el precio, pero teniendo en cuenta lo que realmente necesitas

Aunque la prima suele ser el primer detalle que tenemos en cuenta, no debe ser el factor determinante a la hora de renovar tu seguro de salud. Antes de aceptar la renovación, compara su importe con el uso real que has hecho de la póliza.

Si en los últimos años apenas has utilizado servicios como las pruebas diagnósticas complejas, ingresos hospitalarios o intervenciones quirúrgicas, puede que te compense cambiarte a un seguro básico o con copagos.

En cambio, si prevés un aumento en tus necesidades médicas (más pruebas, otro tipo de tratamientos, la planificación de un embarazo…), asegúrate de que la prima sigue ofreciendo una buena relación calidad‑precio.

🫂 Revisa si las coberturas incluidas siguen siendo las que necesitas

Antes de renovar tu póliza, analiza qué especialidades usaste con mayor frecuencia y cuáles podrías necesitar en un futuro próximo. Si algo ha cambiado en tus circunstancias personales (tu estado de salud, los miembros de tu familia, recibir ciertos tratamientos) puede que lo que te convenía antes ya no sea lo más adecuado en la actualidad.

A veces no es sencillo, pero la clave está en encontrar el equilibrio: no pagar de más por no “quedarte corto” en coberturas, ni terminar sin la protección adecuada en un momento clave para tu salud.

🏥 Comprueba el cuadro médico y los centros concertados

Tu seguro de salud puede tener unas excelentes condiciones, pero si tu médico habitual, tu clínica de referencia o el centro más cercano ya no pertenecen al cuadro médico de la compañía, puede que la póliza ya no te interese.

Antes de renovar, revisa que los centros y profesionales con los que sueles tratar sigan estando disponibles y cerca de ti. Esto puede ahorrarte desplazamientos innecesarios, o incluso tener que cambiar de especialista.

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🪙 Revisa copagos, franquicias y costes extras

Salvo raras excepciones, el importe de los copagos de los servicios médicos suele mantenerse año tras año. De todos modos, si tu póliza incluye copagos o franquicias, revisa si esas tarifas han cambiado.

Por ejemplo, si estás recibiendo un tratamiento prolongado (odontológico, de fisioterapia, o psicología) este aspecto puede afectar a tu presupuesto.

⌛ Analiza límites de uso y condiciones especiales

Algunas pólizas limitan el número de sesiones anuales (por ejemplo en fisioterapia, psicología, podología, oxigenoterapia, etc.). Las aseguradoras no suelen revisar a la baja esos límites, pero estudia las especialidades que más sueles usar y los límites de sesiones que se establecen para cada una de ellas.

A veces, acabamos aceptando la renovación por pereza o confianza. Revisarla con calma puede ayudarte a ahorrar dinero, ajustar la póliza a tus necesidades reales o detectar si te conviene cambiar de plan, o incluso de aseguradora. Esto puede ser la diferencia entre pagar de más por servicios que no usas, o quedarte con coberturas insuficientes cuando realmente lo necesites.