El truco de 5 minutos que calienta tus radiadores, elimina el aire acumulado y baja la factura de la calefacción

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Purgar un radiador

Si este invierno notas que la casa tarda en calentarse o tu factura sube más de lo esperado, puede que el problema no sea la caldera, sino el aire acumulado en los radiadores. Es un fallo común tras meses sin usarlos y provoca más consumo del necesario. La buena noticia es que tiene una solución gratuita que solo te llevará cinco minutos y puede evitar un gasto extra en estos meses.

El problema más común al encender la calefacción en invierno

Cuando llega el frío y encendemos la calefacción después de meses de pausa, es habitual encontrarse con alguna de estas situaciones: la caldera funciona, pero la casa tarda en calentarse, o algunos radiadores hacen ruido y solo se calientan por la parte inferior. La reacción más común suele ser subir el termostato. Sin embargo, eso solo incrementa el consumo y, con él, la factura.

¿Por qué algunos radiadores no calientan bien?

Tras varios meses sin funcionar, es normal que dentro del circuito de calefacción se formen pequeñas bolsas de aire. Este aire ocupa el espacio que debería ocupar el agua caliente, lo que provoca que los radiadores calienten de forma irregular (o emitan ruidos extraños). Cuando esto ocurre:

  • La parte superior del radiador permanece fría.
  • Se escuchan gorgoteos o pequeños silbidos.

Y lo más importante: la caldera tiene que esforzarse más para compensar esa falta de circulación, lo que aumenta el consumo sin necesidad.

La solución rápida: purgar los radiadores (expulsar el aire acumulado)

Purgar un radiador (liberar el aire atrapado para que el agua caliente circule correctamente) es una tarea sencilla que no requiere conocimientos técnicos y que puedes realizar tú mismo en pocos minutos.

Eso sí, es recomendable revisar todos los radiadores de la vivienda, especialmente aquellos que no calientan de forma uniforme. A continuación, te guiamos paso a paso: 

  1. Apaga la caldera: ponla en modo “stop” para detener la circulación del agua caliente.
  2. Localiza la válvula de expulsión: suele encontrarse en la parte superior lateral del radiador, en el lado opuesto al regulador de temperatura.
  3. Prepara la herramienta: necesitarás una llave de purgado o, en algunos modelos antiguos, un destornillador plano. Coloca un recipiente para recoger el agua.
  4. Abre la válvula lentamente: gírala en sentido antihorario. Al principio oirás cómo sale el aire.
  5. Cierra al salir agua: cuando el flujo de aire cese y empiece a salir agua de manera continua, vuelve a cerrar la válvula. El radiador ya está purgado.

Si después de unas horas el radiador sigue sin calentar bien, puede quedar aire residual, y solo tendrás que repetir el proceso.

¿Has comprobado la presión de la caldera?

Al purgar, además de expulsar aire, también puede perderse una pequeña cantidad de agua del circuito, lo que hace que la presión de la caldera disminuya. Si la presión baja demasiado, el sistema no funcionará correctamente.

Para comprobarlo, sigue estos pasos:

  • Localiza el manómetro de la caldera (suele ser un dial redondo con una aguja, como un reloj pequeño).
  • Comprueba la presión (lo adecuado es estar entre 1 y 1,5 bares).
  • Si está por debajo, deberás abrir la válvula de llenado y añadir agua hasta que la aguja vuelva a la zona adecuada.

Una vez revisada la presión, tu sistema de calefacción podrá funcionar con normalidad y de manera más eficiente.

4 acciones sencillas para ahorrar aún más en calefacción

Además de purgar los radiadores, existen pequeños gestos que pueden ayudarte a mejorar el rendimiento del sistema y controlar mejor el gasto.

  1. Mantenimiento anual de la caldera: evita averías y garantiza un funcionamiento eficiente.
  2. Limpieza de filtros y rejillas: mejora el flujo de aire y la distribución del calor.
  3. Elimina la cal del sistema: puedes instalar un descalcificador (si aún no lo tienes) y alargar la vida de la caldera.
  4. Revisar tu tarifa: una calefacción eficiente consume menos, pero elegir una buena tarifa de luz y gas puede marcar una diferencia aún mayor.

Y si estás intentando optimizar tu consumo este invierno, recuerda que un buen mantenimiento ayuda, pero tu factura también depende de la tarifa que tengas contratada. En muchos casos, un simple cambio puede evitar que pagues de más sin modificar tus hábitos.

¿Crees que estás pagando de más en tu factura?

Te ayudamos a comprobar, gratis, si en tu última factura o revisión de contrato te han incluido alguna cláusula o concepto extra.

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Dedicar unos minutos al mantenimiento básico puede ayudarte a mantener tu hogar cálido y tu factura bajo control durante todo el invierno.