El 90% de los conductores no sabe conducir con mal tiempo: ¿tu seguro cubre tu inexperiencia?
Conducir con mal tiempo es una auténtica ruleta rusa. Y uno de los mayores riesgos (además de los daños personales) es la factura de tu taller por no tener contratado un buen seguro de coche. En España solo es obligatorio contar con una póliza de Responsabilidad Civil para poder circular. Pero se trata de una pequeña trampa que puede vaciar tu bolsillo ante un accidente de tráfico.Te explicamos la "trampa del mínimo legal" y cómo evitar que un simple charco termine arruinándote el mes.
💧 La lluvia es el mayor detonante de accidentes (y no la nieve)
Un reciente informe de la Fundación Línea Directa acaba de revelar que la meteorología adversa es la responsable de 1 de cada 10 muertes en la carretera. Pero si analizamos qué condición atmosférica es la más frecuente en los siniestros, el dato es abrumador:
- El 66% de los accidentes con mal tiempo en España es provocados por la lluvia.
- Es esa llovizna constante, y no la nieve, la que hace que tu coche patine por aquaplaning.
Además, el informe también apunta a que el 90% de los conductores no tiene la formación necesaria para conducir en condiciones extremas. De ahí la importancia de contar con un seguro de coche que cubra cualquier eventualidad en la carretera.
⚠️ La "trampa del mínimo legal": ¿quién paga los daños de tu coche?
Como comentábamos anteriormente, en España es obligatorio contar con un seguro de coche en vigor, aunque sea con la cobertura más básica (Responsabilidad Civil Obligatoria). Este seguro es un salvavidas que evita que pagues de tu bolsillo las posibles indemnizaciones a terceros en concepto de daños.
Y es aquí donde se encuentra la "trampa" que miles de conductores descubren demasiado tarde: este seguro obligatorio te protege ante los daños que provoques a terceros, pero no te protege a ti mismo.
💥🚗 Accidente sin contario
Imagina que vas por la autovía, el coche hace aquaplaning y chocas contra el quitamiedos. Estás solo, no has implicado a otro vehículo, pero tu coche tiene daños graves.
El seguro básico no cubre tu reparación. Es un gasto que asumes tú íntegramente. ¿Unos faros, el capó abollado, quizá el coche siniestro total? El dinero sale directamente de tu bolsillo.
Por ello, contar con un seguro que cubre el "mínimo legal" no es la mejor opción si quieres disfrutar de total tranquilidad.
Calculamos tu seguro de manera personalizada
Comparar compañías✅ Tres coberturas para evitar que un charco te arruine
Según este informe, el 73% de los conductores siente episodios de ansiedad al conducir con lluvia. Si eres uno de esos conductores, desde Selectra te recomendamos que tu seguro de coche cuente, como mínimo, con estas tres coberturas básicas:
1️⃣ Daños propios
Es el pilar del seguro a Todo Riesgo. La cobertura de daños propios se encarga de pagar la reparación de tu vehículo o indemnizarte por su pérdida total incluso si la culpa del accidente es tuya. Si el viento te desvía, si patinas con la lluvia, o si un despiste te lleva a colisionar sin un tercero, esta cobertura se activa y te protege.
2️⃣ Seguro del conductor (porque tú también eres una víctima)
El seguro obligatorio te protege de las lesiones que tú causes a los demás. Pero, ¿quién te protege a ti?
Si sufres un accidente grave causado por las condiciones adversas, y eres el único implicado o el culpable, necesitas esta cobertura: te garantiza una indemnización si sufres invalidez o fallecimiento, y cubre los gastos de asistencia sanitaria que necesites.
3️⃣ Cobertura de lunas y fenómenos naturales
Puede parecer menor, pero no lo es:
- Lunas: cubre la reparación o sustitución por una grieta causada por un golpe o por granizo. Es esencial para tu seguridad.
- Fenómenos naturales: esta cobertura específica te protege de daños por fenómenos como el viento o granizo (ante catástrofes naturales actúa el Consorcio de Compensación de Seguros).
Por ello, la única forma de protegerte a ti, a tu vehículo y a tu familia ante una estadística tan contundente como la que arroja el informe de Línea Directa, es asegurarte de que tu póliza realmente te protege, y no solo cumple con los requerimientos mínimos legales.
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