Ni manta eléctrica ni calefactor: los 6 trucos de la abuela para mantener la casa cálida y olvidarte del frío
Aunque el calor se resiste a marcharse y en algunas provincias de España parece que vivimos en un eterno “veroño”, debes prepararte para que la bajada de temperaturas de las próximas semanas no te pille desprevenido. Para ayudarte, vamos a contarte los secretos mejor guardados de nuestras abuelas para mantenerte calentito en casa sin gastar una fortuna en calefacción.
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1️⃣ Alfombras: más allá de un objeto de decoración
Las alfombras juegan un papel muy importante en el aislamiento contra el frío, especialmente si tu suelo es de piedra natural, de baldosas de cerámica o porcelana.
Una alfombra no solo te protegerá del tacto frío del suelo, sino que te ayudará a aislar el calor de tu casa. Además, le darás un plus extra a la decoración de tu hogar.
Puedes situarlas en zonas concretas, junto al sofá, a los pies de tu cama; o, si hay niños en casa, en su zona de juegos habitual.
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Prioriza las alfombras de lana. Pero si tu presupuesto no te lo permite, otros materiales como el yute, el algodón o el poliéster de pelo largo también son buenos aislantes.
2️⃣ Burletes: el aislante estrella para puertas y ventanas
Para evitar la entrada de frío, y mantener tu casa a una temperatura agradable, te aconsejamos que utilices burletes. Se trata de una banda flexible que se coloca en puertas, rendijas y ventanas para conseguir un mejor aislamiento.
Los hay de diferentes materiales, pero los más comunes están compuestos de tela, caucho, silicona o espuma.
Para las puertas, por ejemplo, puedes utilizar burletes de PVC con cepillo o flecos para un mayor aislamiento térmico y sonoro. Pero también existen opciones más decorativas en el mercado en forma de saco alargado y con divertidos motivos.
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Si te decantas por un burlete decorativo “bajo puerta”, intenta que sea doble. Es decir, que se coloque a ambos lados de la puerta para multiplicar su efecto aislante.
3️⃣ Cortinas: para refugiarte de las miradas indiscretas… y del frío
Siempre hemos visto las cortinas y los estores como elementos que nos proporcionan intimidad y nos protegen de las miradas curiosas, pero también podemos utilizarlos como “escudos térmicos”.
En este caso, lo ideal es decorar el salón y las habitaciones con cortinas térmicas aislantes. De esta manera, evitarás la fuga de calor, la entrada de frío o la filtración de los rayos del sol.
Las cortinas térmicas son más caras que las confeccionadas con materiales estándar, pero suponen un gran ahorro energético gracias a su alta capacidad de aislamiento.
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A la hora de elegir una cortina térmica, ten en cuenta factores como el material (poliéster, vellón, lana o terciopelo), el peso (gramajes entre 150-250 g/m²), el número de capas (en el caso de las cortinas aislantes fónicas), o la estancia en la que se va a colocar.
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4️⃣ Mantas y plaids: mucho más que un complemento para las siestas
Con la llegada del frío, miramos con otros ojos los planes de “sofá, manta y peli”. Las mantas y los plaids no solo sirven como elemento decorativo. Son ideales para mantener el calor en muebles como el sofá, o el butacón donde pasamos las tardes de lectura.
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Elige una manta de lana o pelo sintético para alcanzar el máximo confort. En caso de que seas alérgico, puedes elegir otro tipo de material como el algodón.
5️⃣ Aprovecha la luz solar y da un portazo al frío
Otros pequeños gestos diarios pueden ayudarte a mantener tu casa caliente sin necesidad de encender la calefacción… o, al menos, encenderla durante menos tiempo:
- Abre las cortinas o sube los estores y deja pasar los rayos de sol para subir la temperatura de tu casa.
- Cierra las puertas de las habitaciones que no usas.
- Dúchate con la puerta del baño abierta para que el vapor del agua caliente aumente la temperatura del resto de estancias.
- Cuando hayas terminado de cocinar, deja abierta la puerta del horno para que el calor residual se reparta por la cocina.
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Uno de los gestos diarios más usados por nuestras abuelas era utilizar las bolsas de agua caliente para mantener la cama con una temperatura agradable. Procura no llenarlas de agua hirviendo y que estén protegidas por fundas para evitar quemaduras.
6️⃣ Radiadores: despeja su camino para aprovechar el calor
¿Qué sentido tiene rodear los radiadores de muebles y elementos decorativos? Cuantos más obstáculos pongas al calor, más difícil será mantener una temperatura óptima en tu casa y más uso tendrás que hacer de la calefacción.
Para un mantenimiento óptimo, purga los radiadores antes de encender la calefacción por primera vez. De esta manera, podrás optimizar su rendimiento y reducirás el consumo de energía.
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Uno de los trucos para ahorrar hasta un 20% en calefacción es utilizar láminas reflectantes de aluminio. Colócalas especialmente en paredes exteriores para aprovechar mejor su calor.
Como has podido comprobar, con unos sencillos gestos puedes mantener tu casa caliente sin necesidad de utilizar la calefacción tan a menudo. Son trucos sencillos que hemos heredado de nuestras abuelas, pero que siguen estando vigentes en la actualidad.
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