La subida de la luz pone de moda las tarifas fijas: por qué cada vez más hogares se cambian y sí ahorran
El precio de la luz vuelve a subir. En solo dos semanas, el coste medio del kWh ha pasado de 0,1537 €/kWh el 30 de septiembre a 0,1673 €/kWh este 15 de octubre. Una diferencia de más de 0,013 euros que vuelve a poner en alerta a los hogares españoles, sobre todo en un contexto donde las oscilaciones entre horas baratas y caras son cada vez más pronunciadas.
Hoy, por ejemplo, el precio más bajo se da entre las 14:00 y las 15:00, con 0,105 €/kWh, mientras que el más caro se alcanza de 20:00 a 21:00, cuando llega a 0,279 €/kWh. Eso significa que encender el horno o el aire acondicionado en hora punta puede salir casi tres veces más caro que hacerlo en horario valle. Un desequilibrio que vuelve a poner sobre la mesa la gran pregunta: ¿conviene seguir en el mercado regulado? ¿O es mejor apostar por una tarifa de precio estable?
La inestabilidad del mercado eléctrico vuelve a notarse
El mercado energético atraviesa de nuevo una fase de volatilidad. Las variaciones diarias y horarias del precio hacen que muchos consumidores paguen más de lo esperado sin darse cuenta, sobre todo si concentran su consumo en horas caras. Aunque los tramos horarios (valle, llano y punta) están pensados para fomentar un consumo más eficiente, la realidad es que no todos los hogares pueden adaptar sus rutinas a ellos.
En ese contexto, cada vez más usuarios optan por una tarifa de precio fijo, que les permite pagar siempre lo mismo por cada kWh, sin depender de las subidas diarias del mercado. La ventaja principal es la tranquilidad: sabes cuánto pagarás cada mes y puedes planificar mejor tu consumo.
Ventajas de una tarifa fija: estabilidad y control
Cambiarse a una tarifa fija puede ser una buena decisión este otoño, ya que en invierno, suele ser más cara la luz. No se trata de gastar menos en un día concreto, sino de protegerse frente a la volatilidad y las subidas que se prevén para los próximos meses. Algunas de las ventajas más destacadas son:
- Fijar ya un precio estable durante 12 meses: te protege frente a las variaciones del mercado y evita sorpresas en la factura.
- Evitar subidas futuras: si el precio sigue aumentando, tú mantienes tu tarifa actual durante todo el año.
- Planificar el consumo con tranquilidad: sin necesidad de mirar el reloj para saber qué horario es más barato.
En Selectra, comparamos a diario las tarifas fijas más baratas para que cada usuario encuentre la opción que mejor se adapta a sus necesidades y ritmo de vida. Estas son las tres más competitivas actualmente:
Estimación en base a 4 kW de potencia contratada y consumo mensual de 270 kWh. Precios sin impuestos.
Dos opciones para protegerte: fijo o tres precios
Actualmente, en el mercado libre existen dos tipos de tarifas fijas que pueden ayudarte a estabilizar tu factura:
- Tarifa fija clásica: pagas siempre el mismo precio por la energía, a cualquier hora del día. Es la más sencilla y te ofrece una protección total frente a las oscilaciones. Ideal si no puedes adaptar tu consumo a los horarios.
- Tarifa fija con tres tramos (valle, llano y punta): también ofrece estabilidad, pero con tres precios distintos según el momento del día. Si puedes desplazar parte de tu consumo a las horas valle, puedes ahorrar sin renunciar a la previsibilidad.
Al igual que analizamos las tarifas fijas, también contemplamos las fijas de tres tramos, y estas son las opciones más asequibles entre las que puedes elegir:
Estimación en base a 4 kW de potencia contratada y consumo mensual de 270 kWh repartidos el 49% en valle, 26% en llano y 25% en punta. Precios sin impuestos.
Renovación anticipada: adelántate a las subidas
Otro punto importante es el momento de cambiar. Si esperas a que tu contrato termine, puede que coincida con meses de precios altos, como diciembre o enero, y acabes firmando 12 meses con un coste muy superior. En cambio, si realizas una renovación anticipada, es decir, cambias ahora de tarifa antes de que el mercado vuelva a subir, aseguras un precio más bajo durante todo el periodo de vigencia del contrato.
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