Estos 7 electrodomésticos que solo usas en invierno están disparando tu factura de luz y no lo sabías
Cuando llega el invierno todos hacemos lo mismo: subir la calefacción, duchas más largas, secar la ropa dentro de casa… y, de repente, la factura de la luz pega un salto. No es casualidad. Hay varios electrodomésticos que consumen muchísimo más en invierno porque trabajan a pleno rendimiento o porque los encendemos más tiempo del que pensamos. Y aunque son necesarios para pasar el frío, conviene saber cuáles son para evitar sustos a final de mes.
¿Crees que estás pagando de más en tu factura?
Te ayudamos a comprobar, gratis, si en tu última factura o revisión de contrato te han incluido alguna cláusula o concepto extra.
¿Crees que estás pagando de más en tu factura?
Te ayudamos a comprobar, gratis, si en tu última factura o revisión de contrato te han incluido alguna cláusula o concepto extra.
En los meses fríos entran en juego aparatos con potencias altas, ciclos más largos o hábitos que multiplican su uso sin darnos cuenta. Desde calefactores hasta termos eléctricos, pasando por secadoras y bombas de calor, repasamos los electrodomésticos que más pueden encarecer tu factura en invierno y por qué ocurre.
Calefactor portátil
Los calefactores portátiles suelen tener potencias muy altas porque calientan el aire por resistencia. Uno típico ronda entre 1.500 y 2.000 W, así que una sola hora de uso ya consume casi como poner varias veces la lavadora. En invierno lo encendemos, generalmente, para templar un poco el baño o una habitación, pero si lo dejamos un par de horas al día, se convierte en uno de los aparatos que más suben la factura.
- Consejo de ahorro: úsalo solo para calentar estancias pequeñas y durante minutos concretos, no como sustituto de la calefacción.
Radiador eléctrico de aceite o convector
El radiador eléctrico puede ser de aceite, de mica, de placas… pero casi todos funcionan igual: calientan resistencias que luego reparten calor. Sus potencias suelen estar entre 800 y 2.000 W. El problema es el tiempo: suelen estar encendidos muchas horas para mantener la temperatura. Si la habitación no está bien aislada o dejamos la puerta abierta, el radiador trabaja sin descanso y el consumo se multiplica.
- Consejo de ahorro: mantén puertas y ventanas cerradas y usa un temporizador para que no esté funcionando más tiempo del necesario.
Te recomendamos leer: 💰 Radiador eléctrico vs. calefactor: cuál gasta menos y cómo ahorrar en tu factura de luz
Toallero eléctrico / calienta toallas
El toallero eléctrico tiene una potencia más modesta (entre 300 y 600 W), pero engaña: solemos dejarlo encendido desde primera hora de la mañana hasta la noche para mantener el baño templado. Ese uso continuo convierte lo que parece un aparato “pequeño” en un consumo silencioso de invierno.
- Consejo de ahorro: enciéndelo solo 15–20 minutos antes de ducharte y apágalo después; no lo uses como calefacción continua.
Aire acondicionado en modo calefacción
La bomba de calor es eficiente, sí, pero depende mucho de cómo se use. Su potencia eléctrica real suele estar entre 500 y 1.200 W, aunque da más calor del que consume gracias al intercambio de energía del aire. ¿El problema? Poner el termostato a temperaturas muy altas, encenderlo durante horas o usar equipos antiguos con un COP bajo. En esos casos el consumo sube rápido y se nota mucho más en invierno.
- Consejo de ahorro: mantén el termostato entre 19 °C y 21 °C y realiza limpieza de filtros para que trabaje con menos esfuerzo.
Termo eléctrico de agua caliente
El termo eléctrico trabaja mucho más en invierno: el agua entra más fría y necesita más energía para calentarla. Su resistencia suele estar entre 1.200 y 2.000 W, y si lo tenemos funcionando 24/7 para mantener siempre el depósito a temperatura, el gasto se dispara. Es uno de los aparatos que más euros puede añadir a la factura sin que lo veamos ni oigamos.
- Consejo de ahorro: programa el termo solo en las horas necesarias y baja la temperatura a unos 50–55 °C.
Secadora de ropa
La secadora es un clásico del invierno porque fuera no se seca nada. Su potencia suele estar entre 2.000 y 3.000 W, dependiendo del modelo. Un solo ciclo ya consume bastante, pero el problema llega cuando hacemos varios a la semana, metemos pocas prendas o usamos programas largos. En días de lluvia y humedad, es fácil que su consumo mensual se dispare.
- Consejo de ahorro: centrifuga bien la ropa en la lavadora y usa la secadora solo con cargas completas.
Manta eléctrica
La manta eléctrica sorprende porque consume relativamente poco (entre 50 y 120 W), pero el truco está en el tiempo: muchas personas la dejan encendida toda la noche o varias horas seguidas. Ese uso continuado hace que su impacto en la factura, aunque pequeño comparado con otros aparatos, vaya sumando día tras día durante el invierno. Y si además se queda enchufada, añade un pequeño consumo fantasma.
- Consejo de ahorro: úsala solo para calentar la cama y apágala antes de dormir; evita dejarla enchufada si no la utilizas.
¿Crees que estás pagando de más en tu factura?
Te ayudamos a comprobar, gratis, si en tu última factura o revisión de contrato te han incluido alguna cláusula o concepto extra.
¿Crees que estás pagando de más en tu factura?
Te ayudamos a comprobar, gratis, si en tu última factura o revisión de contrato te han incluido alguna cláusula o concepto extra.
Comparte este artículo con quien quieras: